Tablas de Daimiel | Tablas de Daimiel - Senderismo, pesca y naturaleza

Este Parque Nacional es una de las últimas representaciones de las tablas fluviales, antaño características de la llanura central de la Península Ibérica.

Tablas de Daimiel

Tablas de Daimiel


Enclavado en la provincia de Ciudad Real, entre los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, este espacio natural se caracteriza por inviernos fríos y veranos secos y calurosos; las precipitaciones son poco abundantes, rondando los 450 mm anuales, con máximos en otoño y primavera.


Nos encontramos ante un humedal en peligro de extinción:


Son el último representante de un ecosistema denominado tablas fluviales, característico de La Mancha hasta finales de los años 60, que se formaban a causa de los desbordamientos de los ríos en sus tramos medios favorecidos por fenómenos de semiendorreismo y por la escasez de pendiente en el terreno.


La formación de las Tablas se produce por la confluencia de dos ríos de distinta naturaleza, el Cigüela, estacional y de aguas salobres, y el Guadiana, que aportaba aguas dulces de forma permanente.


Además, estas aguas superficiales se encontraban sustentadas a su vez por aguas subterráneas que incluso llegaban a aflorar en el mismo espacio protegido, al gozar de un nivel piezométrico muy elevado. Estos afloramientos se conocen en la zona como Ojos u Ojillos, según su tamaño, y sirven para dar nombre a múltiples parajes del entorno. los más famosos son los Ojos del Guadiana.


Tablas de Daimiel

Está condicionada por distintos factores como la estacionalidad de las aguas, salinidad, humedad edáfica, materia orgánica, etc.; entre las formaciones más características del Parque Nacional destacamos:

  • La masiega, con unas poblaciones que constituyen, probablemente, el mayor masegar de toda Europa occidental.
  • Las ovas, plantas subacuáticas que tapizan el fondo de Las Tablas y que constituyen una fuente alimenticia de primer orden para la avifauna ligada al medio acuático.
  • Los tarayes, únicos árboles existentes en el interior del Parque, que por su adaptación parcial al agua y a su grado de salinidad, han vuelto a ocupar sus hábitats primitivos, rodeando las islas e iniciando la formación de un cinturón alrededor del espacio protegido.
  • La enea, que empieza a recuperar su sitio después de haber mantenido una dura batalla con especies como el carrizo, que a consecuencia de la mayor escasez y cortedad de los actuales periodos de inundación, adoptó un comportamiento invasor y provocó el desplazamiento del resto de comunidades vegetales, incluida la masiega.
  • El junco marítimo, que podemos encontrarlo en suelos temporalmente encharcados.
  • Diversas especies de limonios, endémicas de los humedales manchegos, que aparecen en suelos salinos.
  • Los calaminos dulces, que encontramos cubriendo algunas islas.

Tablas de Daimiel

Las aves acuáticas que habitan la zona, muchas en grandes bandos, nos ayudan a entender el paraje como hábitat excepcional para la avifauna:

  • Algunas de estas especies, como el pato cuchara, la cerceta común o la garza real, entre otras, utilizan esta zona para invernar, huyendo de los rigores del centro y norte de Europa.
  • Otras por el contrario, lo utilizan como lugar de nidificación y cría, como es el caso del pato colorado, el porrón europeo, la mayoría de ardeidas ibéricas (garza imperial, garceta común, garcilla bueyera y cangrejera, martinete, avetoro y avetorillo), el somormujo lavanco, el zampullín y el fumarel.
  • También encontramos especies que lo usan como estación de descanso y alimentación en sus largos viajes migratorios, como los combatientes, el fumarel común y otras aves limícolas.
  • Y como no, también existen especies sedentarias como el ánade azulón o el aguilucho lagunero, que pueden verse durante todo el año, siempre que las condiciones ambientales sean las adecuadas.

Además de las 250 especies de aves que pueblan el humedal, destacamos especies autóctonas de peces como el cacho, el calandino y la colmilleja.


Entre los anfibios que mejor caracterizan el espacio protegido encontramos, la rana común, la ranita de San Antonio, el gallipato y el sapillo moteado.


Entre los reptiles mencionar a los galápagos europeo y leproso, las culebras de agua y, en las zonas terrestres, la culebra bastarda, que cuenta con ejemplares que sobrepasan los dos metros de longitud.


Los mamíferos más representativos son la nutria, como especie mejor adaptada al medio acuático, el zorro, el jabalí, el conejo y el tejón.


Tablas de Daimiel

La gran riqueza natural de las zonas palustres ha hecho que el hombre las habite desde tiempo inmemorial; durante siglos, los numerosos molinos harineros del Guadiana fueron el motor de la economía rural de una región eminentemente cerealista.


Situado en el cauce del río Guadiana y rodeado por llanuras aluviales conocidas como tablas, el molino de Molemocho es uno de los más antiguos molinos harineros de Castilla-La Mancha; aunque la fecha exacta de su construcción es incierta, su origen se remonta, al menos, a la Edad Media, cuando el triunfo cristiano en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y la posterior repoblación de la región impulsaron la aparición de molinos harineros en la cuenca del Guadiana. Gracias a la potencia del agua, se activa el mecanismo destinado a hacer girar la piedra que molía el cereal, ingrediente básico de la dieta; tras un período de abandono que concluyó con el desmoronamiento del edificio, las diversas obras financiadas por el Ministerio de Medio Ambiente le han devuelto su antiguo esplendor.


Las primeras referencias sobre Las Tablas se encuentran en el Libro de la Caza de 1325, escrito por el infante D. Juan Manuel, aunque la descripción histórica más detallada la encontramos en Las Relaciones Topográficas que mandó hacer Felipe II en 1575; pero hasta el último tercio del siglo XIX, con la llegada de Martín de Veses, no se inicia la explotación cinegética racional del humedal; es a principios de este siglo cuando las Tablas acogen a los más renombrados personajes de la política y aristocracia española; el lugar se consagra como magnífico cazadero de acuáticas con las visitas de Alfonso XII y de su hijo, Alfonso XIII.


Una muestra reciente de la presencia humana la constituyen las numerosas viviendas que los pescadores tenían repartidas por la periferia del humedal, construidas con piedra caliza, tierra y techumbre de carrizo; las gentes del río, pescadores y cangrejeros, se regían por normas no escritas, que todos respetaban, en relación a las propiedades de las trochas y las zonas de pesca.


También abundaban los recolectores de fibras vegetales para distintos usos, la masiega se empleaba para los hornos de cal, el carrizo para hacer zarzos (tejidos), y con la enea se trenzaba.


Los molinos hidráulicos del Guadiana eran núcleos sociales relacionados con la agricultura al congregar a gañanes, segadores y carreteros.


Sin embargo, las virtudes venatorias del humedal han sido las más conocidas, pues la mayor parte de la historia de esta zona has sido escrita por cazadores.


Antes de iniciar su visita al Parque, libre y gratuita, es aconsejable que conozca el Centro de Visitantes, al que se accede desde Daimiel; en dicho centro podrá obtener, por medio de seis salas de exposición y audiovisuales, una amplia información sobre el espacio natural y su entorno; así como, información sobre servicios y otros aspectos de utilidad.


Su horario varía según la época del año, por lo que aconsejamos llamar al teléfono de información del Parque (+34 926 693 118).


El Molino de Molemocho contiene un Centro de Interpretación donde puede conocer, en diferentes momentos de la historia, la relación entre el hombre y el humedal.




Daimiel





Es importante que usted sepa que en el interior del Parque Nacional no se permite:

  • Hacer fuego.
  • La acampada.
  • La recolección de animales, plantas, minerales o rocas.
  • Molestar a los animales.
  • Circular en bicicleta.
  • Hacer ruidos estridentes.
  • Abandonar el sendero.
  • Introducir animales de compañía.
  • Arrojar cualquier clase de residuos o basuras.
  • La caza y la pesca.

  • Recorra los itinerarios en solitario o en grupos pequeños; el silencio es fundamental.
  • Elija bien las horas de visita; las primeras de la mañana y las últimas de la tarde son las más adecuadas para la observación de la fauna.
  • Prismáticos y guías de campo facilitarán la identificación de las distintas especies.
  • Conviene ir vestido acorde con el tiempo; recuerde que en verano hace mucho calor y abundan los mosquitos, en primavera y otoño puede sorprendernos algún aguacero y en invierno el frío es intenso.

  • ©Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha
  • ©Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
  • ©Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
  • Fotografías: Archivo CENEAM.




Última actualización: 12-10-2021






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