Situado en la vertiente norte de la Cordillera Cantábrica, en los tramos superiores de los ríos Saja y Besaya, este Parque Natural, con sus 24.500 hectáreas, comprende los municipios de Los Tojos, Hermandad de Campoo de Suso, Ruente, Cieza, Arenas de Iguña y Cabuérniga.
La divisoria entre los ríos Saja y Besaya está formada por montañas desgastadas y cimas de altitudes discretas, que van ganando elevación a medida que nos acercamos a la Cordillera Cantábrica; sus cotas más elevadas son los picos Cordel (2.040 metros) e Iján (2.087 metros).
Se caracteriza por las formaciones Jurásicas y Cretácicas del Mesozoico, que se extienden por la mayor parte de su superficie:
Los suelos, en general, son más bien pobres y de carácter ácido, pero gracias a la amplia cobertura vegetal, se mantienen unas buenas condiciones de fertilidad en las áreas boscosas.
El clima del Parque Natural se corresponde con el templado-húmedo atlántico, con precipitaciones distribuidas a lo largo de todo el año y temperaturas suaves sin bruscas variaciones estacionales; sin embargo, existen algunas variantes climáticas debidas tanto a la orografía como a la altitud.
Toma su nombre de las dos cuencas hidrográficas en las que se asienta:
Presenta un gradiente altitudinal interesante que hace que estén representados tres pisos de vegetación diferentes: colino, montano y subalpino.
Las principales formaciones vegetales son:
La trucha común (Salmo trutta trutta) es la especie dominante y más representativa entre los peces, aunque también existe una importante población de piscardos o bermejuelas (Phoxinus sp.).
Entre los mamíferos, destacan el ciervo (Cervus elaphus), el corzo (Capreolus capreolus), el jabalí (Sus scrofa), el lobo (Canis lupus) y el oso pardo (Ursus arctos).
En cuanto a las aves, cabe señalar la presencia de la becada o sorda (Scolopax rusticola), la garza real (Ardea Cinerea), el martín pescador (Alcedo atthis), el águila real (Aquila chrysaetos) y el pito negro (Dryocopus martius).
De la época medieval destacamos el Castillo de San Vicente de Argüeso y la Torre Medieval de Proaño, dos de los más destacados ejemplos de arquitectura defensiva de Cantabria; de la época romana existen dos calzadas con algunos tramos en buen estado, que unían la zona del alto Ebro, donde se ubicó Iuliobriga, con la costa cantábrica; anteriores a estas calzadas son los menhires del Collado de Sejos, estas grandes losas de piedra arenisca decoradas con representaciones antropomorfas datan del 2000 a.C., y se cree que formaron parte de una estructura de grandes lajas hincadas verticalmente con forma circular.
En cuanto a la arquitectura religiosa, sobresalen las iglesias parroquiales de Sopeña, de Renedo, de Terán, y de Ruente, todas ellas de los siglos XVII-XVIII; destacar también la iglesia de San Miguel, en Los Tojos, del siglo XVII y la de Santa María, también del siglo XVII, en Bárcena Mayor.
Destacar la presencia en estos valles de casonas solariegas y palacios, como la Casona de Cossío y Terán, el Palacio de Mier, la casa de La Nogalera en Ruente, o el Palacio de Terán en Cabuérniga; sin olvidar que en el corazón del parque se encuentra Bárcena Mayor, localidad de gran belleza, cuyas casas de piedra de mampostería y madera, calles empedradas y gastronomía representan un importante atractivo turístico.
Situado junto a la carretera de Palombera (+34 942 049 438), cerca de Saja, dispone de material de divulgación donde los visitantes podrán consultar toda la información sobre los valores ecológicos y culturales del espacio, así como, cuantos detalles necesiten para la visita del Parque.
Sus amplias instalaciones cuentan con una sala de proyección y un generoso espacio expositivo en la antigua Casa Forestal utilizada para su construcción; además, en el antiguo almacén anexo existe una exposición permanente de fotografía sobre los valores ecológicos y de paisaje del Parque Natural.