El Barranco del río Dulce es un espacio que concentra valores naturales de todo orden; la hoz aparece labrada en una paramera calcárea de edad jurásica y cretácica, típica de la Alcarria Alta, y característicamente cubierta de encinares, quejigares, reductos de sabinar albar y de rebollar, cambronales, aliagares, esplegares y pastizales de tomillar-pradera.
En este valle, se asientan armónicamente los pueblos de Jodra del Pinar, Pelegrina, La Cabrera y Aragosa.
Posee un notable desarrollo de formas geológicas asociadas, contando la hoz con numerosos escarpes de variada morfología, incluyendo abrigos, formas pétreas en proa de barco, arcos de piedra, tormagales, setas y agujas.
Varios escarpes laterales o fluviales dan lugar a cascadas; las laderas presentan localmente llamativos caos de bloques desprendidos y vertientes regularizadas con gelifractos.
El río Dulce cuenta también con barreras y terrazas travertínicas, así como con un meandro abandonado.
En el barranco, la continentalidad del clima y el predominio de suelos muy poco evolucionados sobre calizas y dolomías, condicionan la existencia de comunidades vegetales especializadas en sobrevivir en ambientes particularmente duros para la vegetación; es el caso de los sabinares negrales, guillomares y erizales que cubren las laderas rocosas de la hoz, o las comunidades rupícolas y glerícolas que ocupan, respectivamente, los numerosos escarpes y los gelifractos activos.
Contrastando con las ásperas laderas, las riberas del Dulce ofrecen un hábitat más afable para la vegetación, permitiendo la aparición de retazos del bosque galería, principalmente fresnedas con sauces y álamos blancos, choperas de repoblación, densas arbustedas caducifolias espinosas, carrizales, juncales y otras comunidades de flora acuática de interés.
Los escarpes conforman una importante área de nidificación para águila perdicera, águila real, alimoche, buitre leonado, halcón peregrino, búho real y chova piquirroja.
Además de la comunidad de aves ya citadas, merece destacarse la diversidad de las comunidades de aves de medios forestales, de sotos, y de matorrales, cultivos y otros medios abiertos.
Es también destacable la diversidad de la comunidad de mamíferos carnívoros terrestres de pequeño y mediano tamaño (tejón, gato montés, turón, garduña, comadreja y zorro), y la presencia de corzo y jabalí como ungulados de mayor tamaño.
El propio río Dulce conforma un hábitat relevante para la trucha común, el martín pescador, el mirlo acuático, el musgaño de Cabrera y la nutria, existiendo citas antiguas de la presencia del desmán de los Pirineos.
El disfrute de los recursos naturales del Parque se puede completar con los proporcionados por el patrimonio cultural, destacando el conjunto histórico de la cercana Sigüenza.
El Románico está representado por las preciosas iglesias de Jodra, Saúca y Pelegrina, contando ésta última con un maravilloso castillo.
Dentro del Parque encontramos dos centros de interpretación que merece la pena visitar:
Para más información puede llamar al teléfono +34 949 305 948.