Acebal de Garagüeta | Acebal de Garagüeta - Senderismo, pesca y naturaleza

Una Reserva Natural cuya principal singularidad es la amplia mancha forestal de acebo existente, algo inusual para esta especie.

Acebal de Garagüeta

Acebal de Garagüeta


Situado al norte de la provincia de Soria, en pleno Sistema Ibérico Norte, entre los puertos de Piqueras y Oncala, ocupa una ladera con orientación sur de la Sierra de Montes Claros, formación montañosa que sirve de divisoria de las aguas del Duero y el Ebro.


Su principal singularidad es la amplia mancha forestal de acebo (Ilex aquifolium), inusual para esta especie, con casi 179 hectáreas de acebeda prácticamente pura; en buena parte del resto del espacio el acebo se mezcla con otros arbustos y árboles de pequeño porte que contribuyen a aumentar la diversidad.


El Acebal de Garagüeta es, posiblemente, el espacio natural menos conocido de Castilla y León, aunque no por ello el que menos valores naturales ostenta; por su pureza y extensión fue declarado Reserva Natural mediante la Ley 11/2008, de 9 de diciembre; además, su notable relevancia medioambiental motivó su inclusión en el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Sierra de Urbión y Cebollera y en la Zona de Especial protección para las Aves (ZEPA) Sierra de Urbión, formando así parte de la Red Natura 2000.


Su utilización tradicional como dehesa de ganado ha permitido el mantenimiento hasta nuestros días del bosque, al igual que otras acebedas de importancia del entorno, como las dehesas de Ventosa y Oncala.


Los terrenos sobre los que se ubica el monte pertenecen al periodo Jurásico; en la mayor parte del monte encontramos alternancia de estratos de cuarzoareniscas con calizas de escaso grosor; su disposición es muy apreciable a lo lejos en bandas de diferente anchura que se manifiestan en variaciones del verdor del pastizal, lo cual representa una sucesión de sedimentos diversos (cuarzoareniscas, limonitas, calizas, etc.) intercalados en bancos irregulares de espesor de 0,3 a 1,5 m.


En su interior, existen además, algunos canchales o pedreras de grandes bloques silíceos, restos de la erosión periglaciar.


Acebal de Garagüeta

La vegetación del Garagüeta está profundamente marcada por su ubicación en una zona de transición climática atlántico-mediterránea.


Su posición geográfica ha permitido la llegada y permanencia de curiosas especies procedentes de las montañas centroeuropeas, tales como Corydalis intermedia y Cytisus decumbens, ambas ausentes en macizos más frescos de Pirineos y Cordillera Cantábrica y solamente detectados en España en unas pocas localidades de los sistemas Ibérico y Central; además podemos encontrar otros tantos endemismos de la flora ibérica como Digitalis parviflora o Astragalus nevadensis subsp. muticus, entre otros.


El acebal es prácticamente el único tipo de bosque presente en la actualidad en Garagüeta; es una formación boscosa extremadamente umbría, caracterizada por el dominio casi absoluto del acebo (Ilex aquifolium) y por una acusada pobreza florística en el sotobosque motivada por la escasez de luz bajo sus copas y los efectos del sobrepastoreo (nitrificación, pisoteo,…); en otoño surge un salpicado de colores rojos, ocres, amarillos y naranjas mezclados con el verde brillante del acebo, que delata la presencia de otras especies arbóreas y arbustivas: saúcos (Sambucus nigra), arces campestres (Acer campestre), mostajos (Sorbus aria), maguillos (Malus sylvestris), majuelos (Crataegus monogyna), aligustres (Ligustrum vulgare), espinos cervales (Rhamnus catharticus), endrinos (Prunus spinosa) o rosales (Rosa micrantha, Rosa pouzinii, etc.) y enredaderas como madreselvas (Lonicera periclymenum, Lonicera xylosteum) y hiedras (Hedera helix).


Estas formaciones boscosas dominadas por acebos no se dan en otros lugares centroeuropeos; lo normal es su presencia de forma salteada en claros y en el sotobosque de bosques densos (pinares, robledales, hayedos...); es en estas latitudes ibéricas, en la zona de transición climática atlántico-mediterráneo, donde encontramos bosques casi monoespecíficos de esta especie.


Su existencia se debe a la coincidencia de varios factores: orientaciones poco umbrías escasamente favorables al avance del hayedo (el cual ya se encuentra en la zona al límite de sus exigencias de humedad), zonas en régimen de pastoreo más o menos intenso que favorecen la expansión de diversas especies espinosas como el acebo y dificultan el establecimiento de otros árboles como el rebollo (Quercus pyrenaica) o el roble albar (Quercus petraea); y, por último, a la excesiva sombra generada al apretarse la masa como consecuencia de podas, cortas y ramoneo del ganado que limitan el crecimiento de otras plantas existentes por los alrededores.


El acebo (Ilex aquifolium) es un pequeño árbol de unos 6 o 7 metros de altura con tronco recto y porte piramidal que se ramifica desde la base y que puede llegar a vivir 500 años; tiene la corteza lisa y verdosa de joven, pero con el tiempo grisácea; sus hojas son persistentes, simples, alternas, gruesas y de bordes más o menos ondulados y espinosos.


Las flores son pequeñas, generalmente unisexuales, olorosas, axilares y de color blanco; aparecen solitarias o en racimos de corto número y están totalmente pediceladas; florece desde marzo hasta finales de junio.


Los ejemplares femeninos producen un fruto carnoso (denominado drupa), de color rojo brillante o amarillo vivo, que madura tarde y le da ese aspecto tan llamativo en los meses de invierno.


La presencia de zonas de arbustos y matorrales proporciona un excelente refugio, tanto en verano como en invierno, y ocasiona un notable aumento de la diversidad faunística:

  • Zorros, ciervos, corzos, jabalíes, conejos, erizos, tejones, comadrejas, etc., son algunos de los mamíferos allí presentes, junto a algunos reptiles típicos de montañas del norte de España, como lagarto ocelado, lagarto verde, lución, eslizón tridáctilo y diferentes tipos de lagartijas y culebras; por el contrario, la diversidad en anfibios es menor.
  • No obstante, son las aves el grupo de vertebrados más numeroso, constituyendo la reserva natural un enclave de gran importancia para la alimentación de numerosas especies durante los meses de otoño e invierno.
  • Los pastizales altos de estas sierras constituyen el hábitat óptimo para perdiz pardilla, alondra común, bisbita campestre, bisbita alpina o roquero rojo; en las zonas de matorral y arbolado se esconderá el cárabo y se podrá ver curruca capirotada, camachuelo, reyezuelo listado, chochín, picogordo, perdiz roja, mirlo capiblanco, escribano cerillo, paloma torcaz, zorzal charlo o zorzal común. Cabe destacar la presencia de zorzales invernantes, el zorzal alirrojo y el zorzal real, además de los habituales.
  • Entre las rapaces podemos observar en vuelo al buitre leonado; el águila real también utiliza la zona como área de alimentación compartiéndola con rapaces de menor envergadura, como el milano real, el cernícalo vulgar, el azor o el cárabo.
  • También podemos observar en paso aves migratorias como águila pescadora, grullas o avefrías entre otras.

El paisaje actual se encuentra claramente condicionado por la vocación ganadera de la zona; la roturación de los bosques para su conversión en pastos fue el principal factor de inicio de desforestación de la zona.


El acebal de Garagüeta y otros bosques aledaños se mantuvieron para conservar unas áreas de aprovechamiento comunal para pastos, leñas, carbón o ramillo; Garagüeta ha sido desde antiguo un importante estivadero para la cabaña de Torrearévalo y Arévalo de la Sierra de manera que una buena parte del ganado pasa en el monte entre mayo y agosto; en este uso ganadero se encuentra el origen del Acebal de Garagüeta y en él radica su conservación hasta nuestros días; la ganadería ha condicionado de manera importante, y aún hoy lo sigue haciendo, la vegetación del monte y su dinámica.


En Arévalo de la Sierra encontramos la Casa de la Reserva, donde podremos solicitar información sobre el Espacio Natural; para más información podemos llamar a los teléfonos +34 975 236 690 y +34 975 180 167.




Arévalo de la Sierra





  • No arranques ramillas de acebo; es mejor observar y pasar desapercibido; solo se permite su corta y recogida mediante aprovechamientos selvícolas controlados.
  • La acampada no está permitida.
  • Utiliza los caminos señalizados para apreciar mejor el entorno.
  • No hagas fuego ni lo provoques por descuido.
  • No arrojes basura; procura recoger la que encuentres y deposítala en un contenedor de las localidades cercanas.
  • La recolección no justificada de animales, plantas y minerales empobrece el patrimonio natural; respeta las propiedades de los habitantes; lleva los animales domésticos bajo control.

  • ©Junta de Castilla y León.
  • ©Patrimonio Natural de Castilla y León.




Última actualización: 03-06-2022






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